sábado, 14 de marzo de 2009

...solicitando un crédito...

...¿Has visto alguna vez formarse una tormenta en un día caloroso de verano?...... Es un fenómeno grandioso, sobre todo en las montañas. ...Al principio no se observa nada, pero el propio cansancio nos hace sentir que algo flota en el aire. Luego, se oye tronar por aquí y por allá. No se sabe con seguridad de dónde llegan los truenos. A continuación, las montañas parecen de pronto misteriosamente próximas. No se mueve un soplo de aire y, sin embargo, las nubes ascienden apelotonadas. Las montañas desaparecen casi tras un muro de vaho. Las nubes se acercan desde todas partes, pero no se nota ningún viento. Los truenos aumentan. Todo presenta un aspecto amenazador y fantasmal. La espera se prolonga......De pronto, todo se desata. Al principio es como una liberación. La tormenta desciende al valle con relámpagos y crujidos por todas partes. La lluvia golpetea con gotas gruesas y pesadas. La tormenta ha comenzado en alguna estrecha hondonada del valle. El eco de las paredes rocosas hace que retumben los truenos. El viento llega de todos lados. Cuando todo haya pasado y caiga por fin la noche tranquila y estrellada, te resultará difícil explicar de dónde salieron todas aquellas nubes de tormenta y qué trueno correspondía a cada rayo...

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